Maldigo el día que decidí perder el tiempo leyendo este libro.
Absoluta pérdida de tiempo excepto por cuatro detalles. Os voy a resumir la estructura del libro para aquellos que no la hayáis leído. El libro se divide en tres partes: 350 páginas de una chica que se resiste al amor de un chico y después pierde su cabeza por él en un caso típico de amor adolescente que si tienes más de 16 años ya habrás vivido (con éxito o no). Las 100 páginas siguientes son lo único interesante porque hay un poco de acción que es una pena también porque la batalla final nos la cuentan a posteriori en flashbacks y sin detalles. Las últimas 50 tratan un típico baile americano de fin de curso que intenta quedar como rebelde pero es "cursi" y pasteloso como de récord guiness.
Pues bien, me voy a centrar en las 350 páginas que son prácticamente una repetición de los pensamientos de su protagonista Bella Swan en lo guapo que es Edward Cullen, su enamorado y lo profundo que es su amor por él (lo dicho, un pastel en exceso). No me parece mal que una novela trate el amor (algunos de mis libros favoritos lo tratan) sino que lo trate de esa manera idealista absurda.
Además, hay momentos en los que el "amor" de Bella roza el machismo extremo. Edward pasa de la chica e incluso le suelta miradas de odio y ella se siente atraída inconscientemente. Despúes él desvela que la vigila desde hace meses y que la ve dormir de noche. Esto para muchas sonará romántico pero si Edward no fuese tan guapo la orden de alejamiento iba a ser fina. Incluso hay veces que la trata como un posesión, por supuesto ella se autoconvence de que lo hace por su bien y le disculpa. Por último, lo posesivo que es el chico roza lo enfermizo cuando habla con ella. Esto no es que sea ficticio, es que es pura ciencia ficción dentro de lo ficticio, nadie en su sano juicio puede creer que el ser humano tenga una dependencia tan absurda y no esté trastornado (por defecto hay mucha gente que lo está).
El tema vampiros es un caso aparte. Aquí no pienso hacer mucho hincapié, pero para alguien fan de Buffy, Angel, Crimson (el cómic, no mi "socio" simpatizante junto a otros de este libro), creo que no se deberían de llamar vampiros. Les da igual el sol (prácticamente), no mueren con estaca sino que hay que despedazarlos, y un largo etcétera que dan para una guía de "hago lo que me da la gana con el concepto de lo que es un vampiro porque así queda más romántico".
La adaptación de la película se la dejo al Dr. NO! a petición expresa mía más abajo (os aseguro que no me ha salido gratis pedirle un favor) porque sabía que la destrozaría (y eso que considero que no es del todo una mala adaptación, pero "aunque la mona se vista de seda...").
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Absoluta pérdida de tiempo excepto por cuatro detalles. Os voy a resumir la estructura del libro para aquellos que no la hayáis leído. El libro se divide en tres partes: 350 páginas de una chica que se resiste al amor de un chico y después pierde su cabeza por él en un caso típico de amor adolescente que si tienes más de 16 años ya habrás vivido (con éxito o no). Las 100 páginas siguientes son lo único interesante porque hay un poco de acción que es una pena también porque la batalla final nos la cuentan a posteriori en flashbacks y sin detalles. Las últimas 50 tratan un típico baile americano de fin de curso que intenta quedar como rebelde pero es "cursi" y pasteloso como de récord guiness.
Pues bien, me voy a centrar en las 350 páginas que son prácticamente una repetición de los pensamientos de su protagonista Bella Swan en lo guapo que es Edward Cullen, su enamorado y lo profundo que es su amor por él (lo dicho, un pastel en exceso). No me parece mal que una novela trate el amor (algunos de mis libros favoritos lo tratan) sino que lo trate de esa manera idealista absurda.
Además, hay momentos en los que el "amor" de Bella roza el machismo extremo. Edward pasa de la chica e incluso le suelta miradas de odio y ella se siente atraída inconscientemente. Despúes él desvela que la vigila desde hace meses y que la ve dormir de noche. Esto para muchas sonará romántico pero si Edward no fuese tan guapo la orden de alejamiento iba a ser fina. Incluso hay veces que la trata como un posesión, por supuesto ella se autoconvence de que lo hace por su bien y le disculpa. Por último, lo posesivo que es el chico roza lo enfermizo cuando habla con ella. Esto no es que sea ficticio, es que es pura ciencia ficción dentro de lo ficticio, nadie en su sano juicio puede creer que el ser humano tenga una dependencia tan absurda y no esté trastornado (por defecto hay mucha gente que lo está).
El tema vampiros es un caso aparte. Aquí no pienso hacer mucho hincapié, pero para alguien fan de Buffy, Angel, Crimson (el cómic, no mi "socio" simpatizante junto a otros de este libro), creo que no se deberían de llamar vampiros. Les da igual el sol (prácticamente), no mueren con estaca sino que hay que despedazarlos, y un largo etcétera que dan para una guía de "hago lo que me da la gana con el concepto de lo que es un vampiro porque así queda más romántico".
La adaptación de la película se la dejo al Dr. NO! a petición expresa mía más abajo (os aseguro que no me ha salido gratis pedirle un favor) porque sabía que la destrozaría (y eso que considero que no es del todo una mala adaptación, pero "aunque la mona se vista de seda...").
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