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El último capítulo de violencia (conocido) vivido en el fútbol lo pudimos ver con el Caso de Santos Mirasierra. Todos sabemos que eso no es una excepción en el deporte que es elevado a los altares en nuestro país.
Santos Mirasierra como buen ultra que es, decidió junto con sus súbditos liarla parda en el partido de Champions disputado el 1 de Octubre entre el Atlético de Madrid y el Marsella. La policía tuvo que intervenir y algunos de sus miembros sufrieron lesiones. Como consecuencia de ello, Santos Mirasierra fue arrestado y juzgado, le cayeron tres años y medio de prisión por agredir a dos policías y menos mal que no se pudo demostrar que le tiró una silla a un policía.
Pero este pasado martes, justo el día en que el Atlético jugaba en Marsella, la jueza estableció una fianza de 6000 euros que ha sido pagada rápidamente por los familiares del chaval. Al día siguiente a su salida de la cárcel, le esperaban varios ultras franceses y españoles, con vengalas y dispuestos a agredir a cualquier persona que pasase por allí, como le pasó a una reportera francesa.
Mi mami ha venido a por mí, ¡súbditos! ¡aclamarme!
Periodista agredida por los ultras: "¡VERGONZOSO!"
El presidente del Marsella, Pape Diouf, se encargó de tenerle un avión preparado para que su vuelta a Marsella fuese lo más rápido y lo más cómodo posible. Este es otro problema en el fútbol, las personas que llegan a altos cargos y no tienen ningún pudor a la hora de apoyar a los Ultras. Diouf estará contento con su apoyo a un ultra que le garantizará más espectáculo desde la grada.
El último capítulo de violencia (conocido) vivido en el fútbol lo pudimos ver con el Caso de Santos Mirasierra. Todos sabemos que eso no es una excepción en el deporte que es elevado a los altares en nuestro país.
Santos Mirasierra como buen ultra que es, decidió junto con sus súbditos liarla parda en el partido de Champions disputado el 1 de Octubre entre el Atlético de Madrid y el Marsella. La policía tuvo que intervenir y algunos de sus miembros sufrieron lesiones. Como consecuencia de ello, Santos Mirasierra fue arrestado y juzgado, le cayeron tres años y medio de prisión por agredir a dos policías y menos mal que no se pudo demostrar que le tiró una silla a un policía.
Pero este pasado martes, justo el día en que el Atlético jugaba en Marsella, la jueza estableció una fianza de 6000 euros que ha sido pagada rápidamente por los familiares del chaval. Al día siguiente a su salida de la cárcel, le esperaban varios ultras franceses y españoles, con vengalas y dispuestos a agredir a cualquier persona que pasase por allí, como le pasó a una reportera francesa.
Mi mami ha venido a por mí, ¡súbditos! ¡aclamarme!
Periodista agredida por los ultras: "¡VERGONZOSO!"El presidente del Marsella, Pape Diouf, se encargó de tenerle un avión preparado para que su vuelta a Marsella fuese lo más rápido y lo más cómodo posible. Este es otro problema en el fútbol, las personas que llegan a altos cargos y no tienen ningún pudor a la hora de apoyar a los Ultras. Diouf estará contento con su apoyo a un ultra que le garantizará más espectáculo desde la grada.
4 comentarios:
Me parece vergonzoso,lo que ocurre en el futbol,cuando se supone que es un lugar para pasar un rato divertido.Y se combierte en un campo de batalla.
Un saludo.
A mi me hacía gracia escuchar a la familia, panda de gilipollas que defienden lo indefendible!
Eso como todo, muy valientes pero luego son las mamis las que los tienes que sacar de los follones o van a dar la cara sus cobardes seguidores? que cuando están en manada son muy valientes pero cuando están solitos son unos cagados de mierda.
Besitos
Inreible el circo que se ha montado en torno a este personaje. Lo peor de todo es la actitud del presidente del Marsella que en vez de reprochar todos los actos de sus ultras les premia!! Donde s eha visto que un presidente ceda su jet, al lider ultra...lamentable.
Saludos!!!
Nunca me ha gustado el futbol, seré raro, y viendo esto aún menos. La cara capullo que tiene el tio la paga. Como es posible que una puñetera pelota de tanta guerra, así vamos. Un saludo.
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