LA HISTORIA INTERMINABLE
.Anoche tuve un sueño donde pude vivir el declive de un mundo. Las primeras imágenes eran como pestañeos, porciones minúsculas de tiempo, pero suficientes para poder ver el fin de un mundo. No era nuestro mundo, estoy seguro que era creación de mi subconsciente, pero era tan
real.
En esos primeros instantes veía como la humanidad de aquel mundo se venía abajo, por culpa de la de la propia mentalidad del hombre. La competición entre naciones llevaron a tal estado que el punto de no retorno ya fue sobrepasado hace décadas. A medida que iban pasando las imágenes veía pequeños combates entre fronteras, después estos combates se transformaban en incursiones sobre terreno enemigo y más tarde en guerras. En guerras llenas de muerte y desesperación.
Después, cesó de repente y todo se volvió negro, yo estaba confundido porque un malestar estaba naciendo en mi interior. Pensaba que todo había sido un pequeño sueño y nada de eso era real. Craso error,
instantáneamente volví a mi estado rem y el sueño seguía su curso. Pero algo había cambiado. Ya no era una sucesión interminable de imágenes desagradables... ahora yo era el protagonista, me veía en tercera persona, y en ese momento mi mente ideó la historia de ese espontáneo con un parecido razonable.
Su nombre era Leral y dirigía una pequeña facción de un grupo de rebeldes. Su misión no era otra que seguir un
plan maestro para poder recuperar las viejas costumbres que llevaron al esplendor a aquel mundo ahora en ruinas. Leral obedecía a todos mis movimientos, si yo saltaba el saltaba, si yo gritaba el gritaba. Pero ahí no acaba todo. Resulta que a mi cargo tenía un pequeño destacamento de soldados y delante "una misión
que cumplir o morir en el intento", esta frase no paraba de repetirse en mi cabeza una y otra vez. La sensación era horrible. Yo no sabía que hacer.
¡¡Quería despertar!! "No soy soldado", me decía, "pero esta gente me está mirando, están pendientes de algo". Sus caras llenas de barro no dejaban de mirarme, sus ojos húmedos me desvelaban el miedo que había en sus interiores.
Entonces compredi que debía hacer, las órdenes estaban claras.
"¡¡¡Avanzad!!! ¡¡¡Avanzad!! y tomad el mayor numero de posiciones". ¿¿Pero cómo?? Cómo puedo hacer creer a esta gente, cómo puedo hacer que olviden sus temores y saquen al Aquiles, al Alejandro Magno, al valiente guerrero que llevan dentro. Solo había una oportunidad, una sola, me dirigí a ellos y comencé a hablar:
Después, solo tuvimos que salir de nuestro agujero y avanzar sin mirar a los caídos, guiados por vivir la única oportunidad de liberar este agonizante mundo. El enemigo respondió con otra carga,
sólo 100 metros nos separaban... los 100 metros mas agónicos de mi vida. En mi mente una escena y yo seguía animando mas a mis soldados, gritando:
Lo inevitable llegó, dos facciones enfrentadas en un campo hermoso a punto de convertirse en un cenagal de muerte.
El combate sólo duró unos minutos, tan largos como siglos y de nuevo la oscuridad volvió a invadirlo todo. "¿Y ahora qué?" pensé, "¿qué mas puede venir? ¡¡¡Ya no quiero seguir soñando!!!"
Y por fin, abrí los ojos. Mi despertador había comenzado a sonar, por fin aquella pesadilla llegaba a su fin,
un nuevo día comenzaba.Craso error, desde entonces ese sueño y ese día no han cesado de repetirse, vivo en lo que se llama
un bucle temporal sin poder avanzar mas allá de 24 horas.