viernes, 21 de noviembre de 2008

PATIO FILMS PRESENTA: LA TAPADERA 7

LA TAPADERA


PARTE 4-3: CALMA TOTAL


Todo había cambiado, las cosas giraron 180 grados e iban en barrena hacia un muro para acabar estrellándose estrepitosamente. El resto de la ronda la hice en pleno silencio y sin parar en ningún sector. Quería irme al cuarto a pensar en todo. En el camino de vuelta algo sucedió.

En el último tramo del túnel, antes de llegar al elevador del nivel 3, escuché a otro cochecito, esto era raro, porque no coincidía con el turno de los trabajadores de los sectores, estos se desplazaban todos juntos y todavía no era la hora de salida. Así que seguí avanzando, sin levantar sospecha, parando en los terminales para tomar las medidas con la PDA. Al llegar, vi que el coche estaba solo, sin conductor. El instinto me decía que no debía permanecer ahí, tan a la descubierta, por eso me apresuré en tomar las medidas que quedaban aparqué mi coche, y fui por la parte interior, por el otro lado del conducto hasta llegar otra vez al coche solitario y esperé.


Esta era mi oportunidad de ser útil, a la loca causa de Moss, y si no saciaba mi curiosidad reventaría, los momentos de entretenimiento pertenecían al pasado lejano, un poco de acción no hacia daño a nadie.

El momento esperado se hizo de rogar durante unos largos 20 minutos. Apenas podía moverme, no debía dejarme ver. Me acurruqué pegando la cabeza al suelo y en el espacio dejado entre el conducto principal y el suelo lo vi todo. Una luz en el centro del túnel hacia su presencia, y esta aumentó hasta que dibujó un círculo ovalado en la pared. De él apareció Fangio.

Sin mirar a los lados, confiando en su suerte subió al cochecito y se dirigió al elevador. Cuando al fin lo perdí en la curva del túnel, el portal seguía abierto, su luz era casi cegadora, apenas podía mantener los ojos abiertos si lo miraba de frente. La curiosidad me pudo y salí del escondite para dirigirme a el y estudiar su naturaleza. Esto superaba lo racional. ¡¡Un portal, aquí!! Que estaba pasando, esto hacia que la teoría de Moss se quedara en un mera historieta de patio.

A los pocos segundo la luz comenzó a disminuir, el portal se estaba cerrando, la oportunidad de seguir llegaba a su fin. "¡¡NO!!" grité. Basta de ser el tonto, el manipulado, el inútil. Iba a llegar al final del asunto cueste lo que cueste, faltaban apenas 2 días para el encendido. Y salté a su interior




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